Los procesos de familia tienen por principal función componer las relaciones en la estructura básica y fundamental de la sociedad; por lo tanto, sus reglas de procedimiento nunca deben dar motivo a una confrontación a escala mayor entre los miembros de la familia, sino que deben ser analizadas desde una perspectiva armonizadora, donde se priorice los fines compositivos del juicio sobre la instrumentalidad de las formas.
Bajo esta premisa, cada uno de los trabajos que se presentan tienen por virtud analizar, cuestionar y, sobre todo, proponer diversos parámetros que llevan al lector a una reflexión sobre la labor que cumple el juez de familia y las herramientas legales con las que él cuenta para generar una solución razonable de las controversias que se postulan en su ámbito competencial.