El flujo de caja neto de una organización representa la suma durante un periodo de tiempo del total de efectivo recibido (entrada) por las ventas y los préstamos menos la cantidad total de dinero gastado (salida) por la empresa durante el mismo periodo. Así, es una medida importante de la capacidad de una empresa para sobrevivir y crecer.
Hay dos medidas principales de la capacidad de supervivencia de una empresa: la rentabilidad y el flujo de caja. Aunque parecen ser lo mismo, son diferentes. Una empresa puede ser rentable y, sin embargo, no tener suficiente liquidez para sobrevivir. Por el contrario, una empresa con un fuerte flujo de caja neto positivo sobrevivirá aunque no obtenga utilidades.
Disponer de efectivo es un requisito clave para que una empresa sea solvente. Cuando una empresa ya no tiene suficiente efectivo para pagar sus deudas, suele declararse en quiebra.