La ingesta de alcohol mengua la capacidad de atención, visión y reflejos, y reduce la coordinación de movimientos. También produce euforia y desinhibición. En ese sentido, es uno de los condicionantes más importantes de la mayoría de los delitos, como conducción en estado de ebriedad, lesiones culposas, homicidio culposo, desobediencia y resistencia a la autoridad, entre otros.
La cifra de muertes por accidentes de tránsito en Perú es una de las más elevadas de Latinoamérica. Según el VI Censo Nacional de Comisarías (INEI), la ebriedad del conductor ocasiona 7,744 accidentes de tránsito al año, constituyéndose en su cuarta mayor causa.
En este libro, el autor señala los aspectos indispensables que se deben conocer sobre los delitos de conducción en estado de ebriedad y de desobediencia y resistencia a la autoridad: los elementos típicos, las acciones que el litigante podría realizar a la hora de afrontar un proceso penal de este tipo, las alternativas procesales para los diversos supuestos fácticos y, de ser el caso, para llegar a un acuerdo reparatorio.