La problemática surge cuando el delito y la acción dejan de contemplarse desde esta perspectiva y pasan a concebirse como algo externo que es posible conocer y caracterizar. Este cambio de óptica tiene como su máximo exponente el concepto causal naturalístico de la acción de Franz von Liszt, definido como un "movimiento corporal voluntario que produce, por la ley de la causalidad, cambios en el mundo exterior".

Desde un punto de vista estrictamente naturalístico, la omisión se contempla en su aspecto físico-externo como la nada, el no ser. De la nada surge el principio ex nihilo nihil fit. Como la concepción causal empírica del delito exige, para la determinación de la responsabilidad penal, que esta haya sido causada en el sentido físico externo por un movimiento corporal voluntario del sujeto, esto pone en cuestión el fundamento de la punibilidad de las omisiones, básicamente las denominadas "comisión por omisión".

Esto tuvo como consecuencia uno de los puntos problemáticos del sistema clásico del delito asentado en el causalismo naturalista. Esto llevó a Von Liszt a afirmar que "la polémica en torno a la causalidad en la omisión es una de las más infructuosas que la ciencia del Derecho Penal ha sostenido".

Posteriormente, Hans Welzel, desde su perspectiva finalista, señaló que el poder de la voluntad humana no se agota en el ejercicio de la actividad final, sino que también comprende a la omisión como una segunda forma independiente dentro de la conducta humana, susceptible de ser regida por la voluntad dirigida por un fin.

Desde el punto de vista ontológico, la omisión no es en sí misma una acción, ya que es la omisión de una acción, referida necesariamente a una acción determinada. No existe omisión en sí misma, sino omisión de una acción concreta. Por tanto, la omisión no es un concepto negativo, sino limitativo: es la omisión de una acción posible del autor que está subordinada al poder final del hecho. La omisión no significa un mero "no hacer nada", sino "no hacer una acción posible subordinada al poder final del hecho" de una persona concreta.