No es frecuente que una rama del Derecho sea sometida a una suerte de radiografía de contraste como en la presente obra, en donde se busca revelar cuánto de las bases dogmáticas del Derecho Administrativo peruano permanecen o se han difuminado décadas después de que la Administración Pública ha materializado, en sus distintos niveles, diversos regímenes normativos.
El proyecto liberal de reducir el Estado en los noventa se ha trabado. Nada queda hoy de la simplificación administrativa y de la desregulación. Por el contrario, han sido sustituidas por un Estado administrativo en expansión, cuya presencia imperativa, no a través de la efectiva prestación sino de la regulación y control de actividades de los particulares y agentes económicos, está siendo convalidada por un Derecho Administrativo que ha perdido dirección y que pone en cuestionamiento su legalidad y racionalidad.
La renovación de la Ley del Procedimiento Administrativo General y la Ley del Proceso Contencioso Administrativo, y la posterior emisión de una serie de normas importantes que forman parte integrante del corpus del Derecho Administrativo—normas que regulan las regiones y gobiernos locales, la descentralización territorial y administrativa, los bienes del Estado, el control gubernamental, el servicio civil y la función pública, entre otras—no han sido objeto de estudios integrales que permitan evaluar sus resultados frente a un Estado administrativo hiperexpandido e hiperregulado.
En tal sentido, esta obra colectiva, escrita por los más destacados juristas y expertos del Derecho Administrativo, representa un valioso aporte.