La cada vez más reciente ola de delincuencia en todas sus formas y niveles, sobre todo la cometida a partir de estructuras criminales, reclama una mayor y más eficaz respuesta del Derecho Penal.
Por un lado, a través de la tipificación de las nuevas formas delictivas, la incorporación de novedosas circunstancias de agravación al lado del Derecho Procesal Penal, en lo que se refiere a la actuación de los operadores jurídicos posdelictum, a efectos de viabilizar la materialización del ius puniendi estatal una vez probada la culpabilidad del imputado como autor y/o participe de la perpetración del delito.
Esta obra se concentra en esto último, mediante el estudio y el desarrollo de todas las instituciones y figuras jurídico-procesales contenidas en el Código Procesal Penal de 2004, cuya aspiración es lograr una mejor justicia: célere, oportuna, eficaz y garantista, inspirada en el modelo acusatorio y en las normas de procedimiento encaminadas a otorgar más tiempo al Ministerio Público.
Esto a fin de poder construir su teoría del caso incriminatoria y de formular requerimiento acusatorio como condición indispensable para poder pasar a juicio oral; así como en el aporte de la judicatura a través de las líneas interpretativas formuladas por la Corte Suprema en el marco del recurso extraordinario de casación, dando lugar a doctrina jurisprudencial vinculante.