Esta obra contiene un estudio integral del delito de homicidio, enfocado desde la perspectiva del Derecho Penal y del Derecho Procesal Penal, en conexión con las fuentes jurisprudenciales y doctrinarias que le dan sustrato.
Lo que realmente la hace diferente respecto de otras obras sobre la materia, es el enfoque revisor y crítico del autor al leer las normas contrastándolas no solo con las fuentes jurisprudenciales o con las voces más autorizadas de la doctrina actual y del Derecho comparado, sino, y sobre todo, cuando apunta, anota y comenta la forma cómo los operadores de justicia, a su vez, leen dichas normas. Y es en este intersticio donde se revela la potencia argumentativa del autor: desde la norma, desde la teoría y desde la práctica forense.
Además de la dogmática que subyace al delito de homicidio, el autor explica cómo el juez encuentra en la Constitución, en los tratados internacionales y en el Código Procesal Penal, los instrumentos normativos suficientes para ejercer una serie de controles frente a la imputación por un delito de homicidio; ocupándose también del control judicial de la imputación, del sobreseimiento y de la metodología para construir los interrogatorios desde la perspectiva de objetivos, contando de esta manera con una guía que ayude a actuar las pruebas en la audiencia de juicio oral.